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Museos, la satisfacción veraniega de tener tiempo / Museums

Pensando en las vacaciones, un buen plan es visitar museos que se encuentren en nuestro destino veraniego. Y no sólo los más turísticos, los que “entran en las rutas típicas”, sino también los que respondan a nuestros propios gustos. Si se viaja en invierno se les puede hacer un hueco a partir de las seis de la tarde, cuando se hace de noche, y si es verano, en las horas centrales del día, cuando el calor aprieta. A veces se recuerda especialmente de un viaje el placer de la visita a ese museo que se buscó como refugio. Y puede que se convierta en costumbre echar un vistazo a los museos de la ciudad o la zona que visitamos.
 
Cúpula del Guggenheim de Nueva York.
 
 
El Museo del Traje de Madrid no pilla de paso, la verdad. Hay que querer ir, pero es un placer: vestuario de la realeza española desde el siglo XVII, la época romántica, la Belle Époque, la liberación de los años veinte con los diseños de Mariano Fortuny, la maravillosa sala de Christian Dior o los trajes de Cristobal Balenciaga,… La colección es muy amplia y van cambiando los trajes expuestos. También hay exposiciones temporales. De julio a noviembre, La Edad de Oro de la Alta Costura (de 1910 a 1970) muestra piezas de los grandes modistos de la costura española pertenecientes a la colección textil de Antoni de Montpalau.
 
En París, el Museo de Artes Decorativas  reúne la obra de los artesanos y creadores más influyentes en Francia desde la Edad Media: ebanistas,  plateros, ceramistas, vidrieros o diseñadores. Todas las corrientes están representadas, del gótico al estilo Luis XVI, del “Art Nouveau” al diseño más vanguardista. Además realiza exposiciones temporales muy atractivas, como la que dedicó a Christian Lacroix en 2008 o a Playmobil entre  2009 y 2010. Actualmente el museo está inmerso en la realización de una ambiciosa exposición sobre la Historia de la Moda Contemporánea que ha dividido en dos partes. La primera se exhibe entre abril y octubre de 2010 y abarca los años setenta y ochenta.
 
En Berlín, en la Postdamer Platz, el  Film Museum es uno de los museos de cine más interesantes, tanto por el material que posee como por lo bien documentado que se expone. El edificio en sí y el diseño de sus salas es puro arte, impactante; te hace sentir en la mismísima Metrópolis (y no se trata de una simple reproducción de los escenarios de la famosa película). La sala dedicada a Marlene Dietrich es una delicia, con trajes de la artista, zapatos, su baúl de maquillaje y numerosa correspondencia con otros artistas cinematográficos, como Billy Wilder. En estos momentos destaca una exposición temporal sobre la carrera cinematográfica de Romy Schneider.
 
El Film Museum, en la Postdamer Platz (Berlín)
 
 
 
Finalmente, en Londres, el Victoria & Albert Museum es el museo más grande del mundo dedicado al arte y el diseño. Alberga piezas de cerámica, muebles, moda, cristal, joyería, orfebrería, fotografía, escultura, textiles y pintura de todo el mundo. Este año ha realizado una gran exposición sobre Patchwork que por desgracia acabó en junio y actualmente ofrece otra cuya protagonista es Grace Kelly, mostrando piezas de su vestuario, sus joyas y sus bolsos de Hermès, desde su época de actriz en Hollywood hasta la de Princesa de Mónaco. Su página web es muy completa, con un valor independiente y adicional al de las exposiciones, ya que contiene numerosa documentación, material de investigación, cursos, tienda,etc.
 
Hay multitud de museos interesantes por todo el mundo, grandes (el Museum of Modern Art de Nueva York), medianos (Museo de Artes Decorativas de Madrid) o pequeños (Museo de los Juguetes de Albarracín). Son lugares ideales para saborear en vacaciones la sensación de tener tiempo.
Vista de Nueva York desde el MOMA.